Ibiza leva el ancla

Ibiza leva el ancla

Ibiza leva el ancla y lo hace con la llegada de la Semana Santa. La brisa de la primavera despliega las velas de la isla. Las lluvias del invierno y los vientos favorables del mes de marzo han sembrado los campos pitiusos de verdes intensos y vivos, del mismo verde de las puertas y ventanas de las casas payesas. La isla recupera su esencia en primavera, y las visitas obligadas no se acaban: el valle de Santa Agnés de Corona y sus almendros, Santa Gertrudis o el pequeño pueblo Sant Mateu... Abren los mercadillos como el de Las Dalias o es Canar, se desperezan los pequeños chiringuitos de las playas, mientras los grandes beach clubs todavía dormitan esperando la apertura de las discotecas.

Y si todo eso ocurre tierra adentro, el mar de Ibiza y Formentera también es ahora privilegio de unos pocos. La costa, las calas, los transidos trayectos del verano, parecen no haber conocido nunca el intenso ajetreo de las temporadas pasadas. Nuestros yates y veleros de alquiler en Ibiza se cruzan acaso con algún llaut de pesca local o algún que otro barco de alquiler… La playas tienen todo el sabor de las postales que solemos comprar en verano preguntándonos cuando se hizo esa fotografía llena de sol y sin aglomeraciones. Y la respuesta es… justo ahora! Todavía vacías y con una temperatura que, en el momento de escribir estas líneas, supera los 20 grados, las calas y playas de Ibiza son pequeños edenes mediterráneos.

Os proponemos un plan para pasar el día en barco en Ibiza y Formentera. Alquilar un pequeño velero, yate o neumática, salir del puerto a primera hora de la mañana y poner rumbo a Formentera. Pasar el día fondeando en Illetes y cala Saona y regresar a Ibiza al caer la tarde, justo a tiempo para ver la puesta de sol tras el mítico islote de es Vedrà. Recalaremos en alguna de las playas de Sant Josep, como cala Vadella o sa Caleta, donde desembarcaremos a tiempo para cenar, degustando alguno de los fresquísimos pescados de la isla: la “rotja” (cabracho), un “gall” (gallo de San Pedro), o unas “espardenyes”.

Habréis sido testigos de la mejor Ibiza, aquella que sólo se muestra a los que eligen navegar por sus aguas en estos meses tranquilos que suelen disfrazarse de verano. 

Volver al blog

Comparte esta publicación

whatsapp